Un sherpa es un poblador de las montañas de Nepal, famoso por su resistencia y su capacidad de trepar hasta la cima del Himalaya, sin mayor ayuda ni equipo. Un Sherpa también es un famoso vehículo militar francés: lo desarrolló Renault Trucks y fue la respuesta gala al Humvee de Estados Unidos.
En el Rally Dakar 2010, Carlos Alfredo Pereyra tuvo un contacto cercano con un Sherpa. La marca francesa de camiones inscribió a uno de estos brutales todo terreno y Freddy vivió la experiencia desde la cabina.
Freddy tuvo suerte. Y los lectores de Pesadoblog -el flamante hermanote de Autoblog– también. Por fin podemos leer este contacto, narrado en primera persona.
La nota completa se puede leer acá.
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“Mis días con un Sherpa”. La crónica en primera persona de Carlos Alfredo Pereyra ya se puede leer en Pesadoblog.


Pedazo de bestia el Sherpa. Ojalá algún día haya un “design blog” comandado por alguno de los capos que suelen escribir acá.
Excelente nota, al igual que el Pesadoblog. Aplausos.
Que sería de Renó sin el estado francés…
Muy linda nota. No pude comentar en pesadoblog, pero lo hago acá. Siempre es bueno leer anécdotas de los DAKAR que pasaron por nuestro país. Fue una verdadera pena perder esta competencia que ponía los paisajes de nuestro país en las pantallas de todo el mundo, y además les daba una posibilidad increíble de crecimiento a los pilotos argentinos y sudamericanos.
Lo tuvimo durante 9 años, no llegamos a cumplir la decena y en 2017 se disputó por última vez en Argentina. En 2019 se corrió en Perú y se despidió de Sudamérica. Este año se fue para Asia y ya será muy difícil volver a verlo de cerca.
Da bronca ver a todos los que militaban para que se vaya por considerarlo un gasto inútil del Estado. Nunca se detuvieron a considerar el movimiento turístico que generaba, los hoteles llenos, la fiesta en cada punto del recorrido. Me ha tocado ver cómo una familia de un pueblito catamarqueño atesoraba un radiador perdido por algún vehículo en medio de las dunas. Lo tenían como recuerdo de los años en que la actividad explotaba por unos días en ese rincón casi desconocido para muchos compatriotas.
Recordaba ese modelo en la firma “Fiberfab”, que no era más que un Mehari alemán.
Todos los días se aprende algo nuevo.
A los que añoran el Dakar no les importan ni la vida ni la ecología. Arruinan paisajes, flora, animales, y hasta la circulación de los lugareños. Es como prestar la casa para un rodaje. No hay manera de que no la estropeen.