Desde Detroit (Estados Unidos) – Ferrari, Porsche, Bugatti, Rolls-Royce y Aston Martin no tendrán presencia en esta edición del Salón de Detroit, que arranca hoy en Estados Unidos. Ni siquiera estarán las dos nuevas divas de la industria automotriz eléctrica, Tesla y Faraday.
El Salón de Detroit sigue siendo la fiesta privada de los gigantes más tradicionales de la ciudad de los motores, Motown: Chrysler, Ford y General Motors.
Por ese motivo, las firmas más exclusivas montaron su propia exposición paralela, con acceso restringido sólo para los VIP de Michigan. Su nombre es The Gallery y se realizó el sábado pasado, en el recinto del MGM Grand Detroit, muy cerca del Cobo Center donde se organiza el histórico salón.
The Gallery no es un evento de acceso libre al público. Se ingresa sólo con invitación especial, con credencial de prensa o pagando uno de los tickets más caro de los autoshows mundiales: 500 dólares.
De esta manera, los organizadores se aseguran la presencia sólo de quienes estarán en condiciones de comprar algunos de los autos ultracaros que allí se exhiben. Este año, las vedettes fueron la Bugatti Chiron, la Ferrari 488 Spider, el BMW i8 y varios ejemplares de Porsche, Rolls-Royce, Bentley, Maserati, Aston Martin, Jaguar y Cadillac.
Se vendieron sólo 500 tickets de 500 dólares, pero los organizadores aseguran que el resultado vino en la forma de reservas y compras directas, concretadas en la misma noche del sábado.
Una de esas ventas fue la Bugatti Chiron, que se entregó por un precio de 2,7 millones de dólares. El colmo: se vendió en combo junto con una propiedad que se exhibía, con un show de realidad virtual, a su lado. Se trata de un nuevo penthouse en el centro de Detroit, también con un precio de 2,7 millones.
Y es que la ciudad que saltó a la fama mundial por ser la cuna de la industria automotriz norteamericana, pero también por presenciar su estrepitosa bancarrota hace casi una década, vive nuevos días de esplendor: las promesas del presidente electo Donald Trump de castigar con impuestos a las automotrices que importen vehículos fabricados fuera de Estados Unidos desataron una fiebre inmobiliaria -especialidad de la familia Trump, casualmente- por edificios vacíos y predios abandonados.
Los ricos de Detroit apuestan por el renacer de la industria local. A pesar de esa curiosa modalidad de celebrarlo comprando superautos fabricados en Europa.
C.C.
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The Falcon, el deportivo que no tiene nada que ver con Ford.

Este sí es un Ford: el nuevo GT estuvo en The Gallery.

La Bugatti Chiron fue la estrella de la noche: se vendió ahí mismo por 2,7 millones de dólares.

Ferrari no estará en el Salón de Detroit, pero sí expuso en The Gallery.

BMW y Audi sí estarán en el tradicional NAIAS, pero llevaron sus modelos más exclusivos a The Gallery.

Los VIP de Detroit celebran el renacer de la ciudad comprando los autos que Donald Trump quiere castigar con impuestos.

El Acura NSX también hizo doblete en The Gallery y NAIAS.

El Lamborghini Huracan tuvo un maridaje con la comida que el chef Wolfgang Puck preparó para The Gallery.

“¿A cuánto la docena de 911?”, The Gallery es un salón exclusivo donde se concretan ventas.

